¿Quién es Ale?
Hola a todos,
Mi nombre es Alejandro, aunque todo el mundo me conocen como “Ale”, otros me dicen “Alerrrxi” y también “Alerrrrxi Juan”. Tengo 37 años y mi afición por las carreras a pie empezó desde hace unos poquitos años. ¿Cómo empecé? Pues Armando, o “Uco” como lo conocen, un gran amigo que también se apunta a todo y que, además, me da muchos consejos y apoyo en esas competiciones, es el responsable de que me haya metido en este mundo. Un día me contó que corrió la maratón de Las Palmas de gran Canaria en la categoría de 10 kilómetros con Dara, su mujer. Me explicó que era una pasada la sensación que daba el apoyo de la gente y que el entorno en general de la carrera era espectacular.
Meses atrás yo había empezado a correr por problemas personales y en la carrera encontré la única forma de poder quitarme esos nervios del interior, bueno, la única no, también pensé en pegar a alguien pero pensé que mejor era decidirme por correr jejeje… Empecé con la Transgrancanaria categoría Starter, que va de Teror a Las Palmas (24 Km), y sí, Uco tenía razón, a pesar de ser un poco desastres e ir sin siquiera conocer el recorrido me fue muy bien. Los nervios de la salida, el apoyo de la gente y el buen ambiente me absorbieron e hicieron que participara en varias carreras más, aumentando poco a poco las distancias.
Sí, mucha gente me pregunta por qué, que eso no puede ser sano para el cuerpo. No soy médico, pero hacerle al cuerpo muchos kilómetros no creo que sea bueno, pero yo ahora les cuento. Cuando estoy por esas montañas, la naturaleza y yo, saliendo de ese estrés de la ciudad (coches, trabajo, etc..) es mi momento de relax, es algo que se siente y algo que no se puede expresar.
Cuando salgo a correr, me refiero a entrenamiento o competición, me siento la persona mas feliz de este mundo y del universo. Hace unos 10 años me surgío un problema cuando, por unas molestias aquí y allá, me diagnosticaron Artritis Psoriásica, menudo palo ¿no? Con esa edad y con ese problema que yo siempre había oído hablar que se daba en personas mayores, pero esta vez no, me había tocado a mí, en primera persona. Poco a poco me empezaron a doler los pies hasta el punto de que no podía casi ni andar, incluso de no poder salir casi de la cama para poder ir a trabajar. Pero como todo, tenía mis días buenos y malos. Siempre he estado vinculado al deporte y de repente todo se acaba. Intenté varias veces hacer ejercicio de diferentes formas pero solo conseguí frustración tras frustración.
En una ocasión, el padre de Lolo y Javi, dos amigos míos de toda la vida, Don Manuel, médico otorrinolaringólogo, me observó y me dijo que el problema podría venir de las amígdalas: me hicieron una intervención y mejoré muchísimo. A partir de ahí he seguido aumentando kilómetros, “Los kilómetros de Ale”. Sé que es una enfermedad degenerativa pero no me va a quitar ni las ganas ni el amor que le tengo al deporte. Cuando corro, me miro y sin poder evitarlo de mis ojos se descuelgan unas lagrimas de alegría y de superación. Seguiré, seguiré próximas carreras, UTMB (100Km), para poder probar la locomotora con sus pequeños defectos de fábrica y ver si está a punto.